Poemas de Martina

La chicharras
no paran de cantar.

El agua
que moja las baldosas de la terraza
se seca en un instante.

Los cubitos de hielo en el vaso
se derriten más rápido
de lo que enfrían el agua.

En tan poco tiempo
la señora que cruzaba la calle
con su changuito
ya no está.




LUS


Ilustración: Luciana G. Verbauwede http://lugverbauwede.blogspot.com/ 

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